Pertenece a la familia de los mastines y es un perro que generalmente se ha utilizado como guardián por su carácter firme y complexión corpulenta. Es el tipo de perro que se ve muy influido por su físico, después de que se le dedicara a la caza durante épocas muy antiguas, remontándose a los celtas y pasando por la Edad Media. Ya en el siglo XIX la raza estaba casi extinta y generalmente a los Dogos de Burdeos se les podía ver en circos, pues por su tamaño eran llamativos y podían apreciarse desde cualquier zona del patio de butacas. Sin embargo, la raza está volviendo a ser criada, aunque por su gran tamaño suelen tener problemas de corazón y su esperanza de vida entre 8 y 10 años. En todo caso, su fiereza sigue intacta

Desde pequeño, esta raza de perro se caracteriza por establecer un fuerte vínculo con su dueño, al que protegerá de forma instintiva. De ser bien adiestrado, el Dogo de Burdeos cachorro se convertirá en un perro que disfrutará de la compañía de niños y otras mascotas.

Y es que, pese a su apariencia tosca, el Dogo de Burdeos es cariñoso y sociable, por lo que no es de extrañar que siempre esté buscando mimos. De hecho, es una raza de perro que no lleva bien la soledad.

Por otro lado, debido a la fuerza y energía que tiene, el Dogo de Burdeos cachorro precisa de una rutina de ejercicio con la que pueda desahogar esa necesidad física, para la que también puedes recurrir a diferentes juguetes y así mantenerlo estimulado adecuadamente